Que no se rompan

Que no se rompan las promesas de no olvidarnos jamás,

incluso aunque te deje de ver en la vida cotidiana,

cuando las tardes ya no las pase junto a ti,

aunque conozca otros amores, 

venidos de otras ciudades,

incluso te enamores de las damas de tu cercanía,

las que te ronden de lunes a domingos.

Que no se rompa el brío que nos une,

el lazo que ata tu costilla izquierda con la mía,

aunque los días se hagan años y no te vea a diario.

Que no se rompan, que no quiebren ni se esfumen,

que permanezcan, que se queden con nosotros.

Pero que las promesas mantengan el sentimiento,

nos aten juntos, no nos esclavizen, nos dejen volar.

Que la emoción se añeje y se conserven 

con el sabor veterano de los buenos vinos.

Que no se rompan las promesas de recordarnos,

que tu pedazo de ti viva en mí,

que una pieza mía se quede en ti.