Prometiste a ti misma sobrepasar la línea de la infantilidad. Eso, ya debía ser cosa del pasado.
Haz aprendido que las cosas fáciles no merecen la pena.
Pero, ... volviste a caer en el mito de que las sonrisas son señales de amor.
¿Mas no sabes que sonreirle a cualquiera es mera expresión de felicidad?
Todo mundo lo sabe, toda la gente lo comparte... nadie tiene porqué amargarse.
Sigue creyendo que mirar y sonreír a la vez es cosa de Cupido.
Tonta, por dejarte engañar (again)
So, más idealista por volver a creerle a él.