Como la extrañaba.
Esa sensación de libertad que me dejaba sin aliento,
que esa brisa que corría me mareaba.
Ha vuelto a sonreír el cielo, ya no es más gris de la tristeza que llevaba acumulada,
ha llovido y han vuelto los sentimientos encontrados que explotan en el corazón.
Los recuerdos de una niñez acaecida hace algunos años,
revivió y las luciérnagas iluminaron de nuevo el sendero.
El olor de almizcle y tierra recién mojada, lo de dejado de extrañar,
ahora lo siento en cada poro de mi piel.
Y me sorprende que con sólo ver llover las cosas se puedan alegrar.
Ojalá lloviese más seguido y no para que mis lágrimas se confundan con las gotas de lluvia, sino para tener la certeza que después de la lluvia, el cielo volverá a sonreír.
Siempre sale sol, luego de la lluvia, no? Lo mejor es que durante la tormenta, nunca bajes los brazos.
ResponderBorrarUn beso Anel:)