Eres como yo. Partes de ser pequeña y te agrandas, hacerte enorme es tu prioridad, abarcas gran espacio, pero no llenas ningún vacío.
Eres como yo, tienes dudas existenciales.
Eres como yo, estás tan cansada de ir y venir.
Si, ya lo debes de saber, eres como yo, la pequeña que vive dentro de mí.
No hay porqué negarlo, si al fin y al cabo tú y yo somos la misma, la niña, la chiquita, la pequeña que desea que le sostengan la mano, la que tiene miedo y desea que la abracen, la que llora y ríe a la misma vez.
Sí, tu y yo somos la misma mujer.
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