Página sobresaturada y ...quien sabe que le depare el destino a Anel.

Heme aquí, tan tranquila de la vida, tan fresca como una lechuga, sin poder saber mi destino, porque una maldita página de internet no ,me lo permite saber. Heme aquí, esperando durante todo un mes, preparándome mentalmente para lo peor e imaginándome mi vida en la gran ciudad si mi sueño se llega a hacer realidad, pero es la hora en que no sé qué rayos sucederá conmigo. Es tan chistoso y extraño que por un pequeño click se decidan millones de cosas. A partir de allí sabré si me mudaré a México o me tendré que comenzar de nuevo en otra ciudad más cercana. Cómo me encantaría quedar en la UNAM, y me carcomen las ansias por saberlo, pero nada más no puedo ingresar a la desgraciada página. Argg!!!! Pero algo dentro de mí, se mantiene tranquilo, apacible y no es porque ya desde antes sin saber nada exacto se esté haciendo a la idea de malas cosas que no son ciertas, sino que esa paz me dice que esto (todo, nada) irá bien y pasará lo que tenga que pasar. Así es el destino, siempre juega a nuestro favor, nada más que somos necios y nos aferramos a cosas que no nos pertenecen. ¡Quien sabe cómo me irá! Tal vez derrame lágrimas, tal vez lo acepte e inicie de nuevo. Quien sabe, mientras tanto seguiré echando maldiciones por lo bajo, para bajarme el estrés de no saber nada.