Lo de todos los días

Me preguntas ¿estás enamorada? Y es demasiado raro e incómodo vivir rodeada de parejas cursis que se declaran su eterno amor cada dos segundos, pero como decir que amo a Harry Potter no cuenta porque el vive bien lejos de mí, pues me tiro el choro de amar la vida, la naturaleza, a mi familia y amigos que para eso es la soltería, y que me enamoro cada día de los ojos de mi perro, lo cual es cierto. Pero lo que también es cierto, demasiado, es que soy una cínica en espera (de que alguien le tape la boca a besos) [porque también veo Titanic y lloro con la estúpida muerte de Jack], y que del diario me topo con el amor de mi vida en la ruta o caminando por la universidad. Es ese hombre de ojos miel que me fascina, es aquel otro que tiene el maldito cabello como para comercial de champú, es otro más que con su caminar me hipnotiza, es aquel, aquel y aquel. Es en todos ellos que me enamoro un poco, esperando encontrarme realmente con el que me enamore al amanecer con un capuchino de bienvenido el día. Es en ellos, que amo al que será el amor de mi vida.