Soy pacífica por los genes de mi médula. El amor y paz sí me mueven. Los arrebatos de euforia, o bien, los berrinches (como los suele catalogar mi madre) también se me dan muy bien. Lo que la realidad es para mí, ultimamente vienen siendo constantes pláticas negativas, susurradas a medias voces, con intenciones de acciones hechas a medias tintas y acciones de mártires, amantes del sufrimiento, que ya me torturan hasta en el inconsciente de los sueños. Y es que por esos son los berrinches, arrebatos tantos y tontos de niña de dieciocho años, que grita "ya basta", hacer y move las manos y pies es la solución, pero es que las verdades entumen los oídos de las personas a quienes se los grito y el masoquismo se vuelve a convertir en realidad.
Green Day me ayuda a liberar la frustración.Sólo que el cansancio mental ya se tornó físico y no se puede convivir a diario con una realidad que amerita transformación. Lo difícil es que esas "situaciones", por no decir personas, se dejen convencer que es mejor un cambio radical a una constante suceción de parodias molestias de dizque vida. Es desgantante.
Pero, el amor y paz corre por mis venas y si la transformación se ha de empezar a gestar, yo iniciaré el primer día.
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