Invítame.
Invítima un beso.
Un beso frío para el deayuno,
entonces, con el corazón en la boca me encargaré de calentarte el alma,
el día y lo que quieras.
Un beso para la comida,
y otros tantos más de cena.
Invitame un abrazo,
que me cobije en las noches frías de diciembre,
que nos entibiemos mutuamente.
Invítame una caricia,
que me tome de la mano y termine en la mejilla.
Invítame un "te quiero",
de los que te salen tan bonitos
y a mí tan caros,
pero invítame y grítame todos los "te quiero"
cuando sea mas negra la noche y el frío hiele,
cuando más sean las ganas de querernos,
entonces, yo me encargaré de lo demás.
No de amarte, ni de adorarte,
divinizar el amor es lo que haremos,
porque, alma mía, en este amor,
beso, abrazo, caricia y te quiero,
son el lenguaje para decirte "quédate conmigo,
porque jodidamente eres el mundo entero".
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