14.9.10




Que lo que dije, esas palabras hace no mucho expresé,


ahora me las tengo que tragar por entero,


que según mi ilusión habíase desvanecido y ahora sólo era yo.

Ya no existías, eso dije y me quise hacer creer,
pero ya ves, aquí estoy de nuevo,
como la tarada estúpida que no dejé de ser.



Por eso me decían, si te vas a tener que tragar tus palabras,
endúlzalas lo más que puedas, pero, tú, tú no necesitas caramelo,
si ya de por sí eres dulzura, no. Yo a tí no te tengo que tragar,
más bien, aceptarte para dejar a mi corazón amarte en libertad.




















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